10 Consejos Esenciales para una Crianza Consciente y Conectada
- Ana Cristina Zamora
- 30 oct 2023
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 1 dic 2023
La labor de ser papás es tan compleja como la vida misma y como muchos atestiguan nadie nace sabiendo ser papás. Sin embargo, la labor de ser papás nos brinda una oportunidad de crecimiento personal y familiar a través de la reflexión constante que podemos ir poniendo en práctica.
Los errores que cometemos con nuestros hijos son parte del proceso de aprendizaje que podemos analizar para buscar alternativas que permitan vincularnos con amor y estructura. El objetivo primordial de la parentalidad es formar seres humanos integrados, emocionalmente regulados, autónomos, conectados con su mundo y otras personas; a través del amor, validación, respeto y estructura. Con esto en mente podemos dirigir nuestras acciones considerando los siguientes diez aspectos:
Dale prioridad la conexión: Establece una conexión emocional profunda con tu hijo escuchando activamente sus pensamientos y sentimientos sin juzgar. Si se te dificulta, crea consciencia de tus propias reacciones que pueden estar influyendo en la manera que te relacionas con tu hijo. Participa en conversaciones significativas y demuestra empatía para fomentar un apego seguro. Cuando tu hijo o hija digan o hagan algo que desapruebas comunícalo enfocándote siempre en la conducta y en qué comportamiento esperas a cambio, evitando el uso de adjetivos hacia su persona. Es mucho mejor decir desapruebo eso que hiciste a te desapruebo a ti, puedes hacer esto otro a cambio. Recuerda que los hijos necesitan la validación de sus padres para tener confianza en sí mismos.
Practica la empatía: Cultiva la empatía dentro de ti y fomenta el desarrollo de tu hijo. Enséñale a reconocer y entender las emociones, fomentando un sentido de compasión y comprensión hacia los demás.
Enfatiza la comunicación positiva: Fomenta una comunicación abierta y honesta creando un espacio seguro para que tu hijo se exprese libremente. Anímalo a compartir sus pensamientos, preocupaciones y experiencias, y responde con amabilidad y comprensión.
Establece límites saludables: Establece límites claros y consistentes que sean apropiados para la edad y promuevan un sentido de seguridad y orientación. Asegúrate de que estos límites se apliquen con empatía y comprensión, en lugar de dureza o castigo.
Fomenta la autonomía: Apoya la independencia de tu hijo permitiéndole tomar decisiones apropiadas para su edad y animándolo a asumir responsabilidades. Ofrece orientación y apoyo al tiempo que le das la libertad de aprender de sus experiencias. Los errores son oportunidades de aprendizaje cuando existen espacios de autorreflexión más que de reprimenda.
Promueve la regulación emocional: Enseña a tu hijo estrategias efectivas para manejar sus emociones, como la respiración profunda, la atención plena o la participación en actividades creativas. Ayúdalo a comprender que todas las emociones son válidas y bríndale las herramientas para navegar y expresar sus sentimientos de manera saludable.
Cultiva la crianza consciente: Practica la atención plena en tus interacciones con tu hijo, manteniéndote presente en el momento y respondiendo a sus necesidades con conciencia y comprensión. Sé consciente de tus propias emociones y reacciones, modelando una regulación emocional saludable para tu hijo.

Anima la disciplina positiva: Concéntrate en enseñar, guiar y reforzar el comportamiento positivo en lugar de medidas punitivas. Utiliza la disciplina como una oportunidad de crecimiento y aprendizaje, enfatizando las consecuencias de las acciones y fomentando la responsabilidad y la rendición de cuentas.
Da ejemplo: Sé un modelo positivo para tu hijo demostrando los comportamientos y valores que deseas inculcar en él. Muestra empatía, resiliencia y respeto en tus interacciones con los demás, sirviendo como fuente de inspiración y orientación. Así mismo no pretendas ser ejemplo de perfección, es mucho mejor que tu hijo te vea como un ser humano que también se equivoca, reflexiona, sabe pedir disculpas y tiene emociones.
Fomenta el aprendizaje continuo: Fomenta el amor por el aprendizaje al alentar la curiosidad y la exploración. Apoya los intereses de tu hijo y anímalo a perseguir sus pasiones, fomentando un sentido de alegría y plenitud en su viaje educativo.
Al incorporar esto en tu enfoque de crianza, puedes crear un entorno que promueva el bienestar emocional, la resiliencia y el desarrollo saludable para tu hijo. Al priorizar la conexión, la empatía y la comunicación positiva, sentarás las bases de un vínculo sólido entre padres e hijos que respaldará el crecimiento y desarrollo de tu hijo a lo largo de su vida.
Si estás buscando apoyo en tu tarea de ser mamá o papá, no dudes en buscarme en contacto@psycho4.life
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